Hola! Bienvenidos a mi sitio! Soy Karem Alcántara!
Nací en la República Dominicana, una isla que me vio crecer entre playas de ensueño y la calidez de su gente. Mis raíces se hunden profundas en ese paraíso caribeño, donde la flor de bayahibe, símbolo de belleza natural, florece con la misma fuerza que mis sueños.
Provengo de una familia humilde y trabajadora. Desde pequeña, aprendí el valor del esfuerzo y la perseverancia. Recuerdo con cariño los días en que, junto a mis hermanos, ayudaba a mi madre a vender helados y dulces para poder costear nuestros estudios. Esas experiencias me forjaron un carácter fuerte y me enseñaron a valorar cada logro.
Con ese mismo espíritu, me registré a la Universidad Autónoma de Santo Domingo, en la carrera de Ingeniería Industrial. Cursaba entre siete a seis cada semestre, me levantaba a las 5 de la mañana para llegar a tiempo a mi primera clase. La meta de terminar mi carrera lo antes posible me impulsaba a darlo todo. Reí, lloré, me frustré como todos, pero me mantuve en linea.
La carrera me apasionó desde el primer día, y pronto descubrí mi vocación por la seguridad y la salud en el trabajo. Mi primer empleo en el sector hidroeléctrico fue un antes y un después en mi vida. Allí, en contacto directo con las personas de operaciones, las represas, el embalse y el curto de maquinas, sentí el compromiso y la responsabilidad de proteger a las personas y al medio ambiente.
Mi trayectoria me llevo a conocer profesionales altamente comprometidos con la Salud, Seguridad y medio ambiente en los ambientes laborales. A lo largo de mis experiencia laboral emprendí muchos proyectos profesionales y personales.
Para profundizar mis conocimientos y poder contribuir aún más a la creación de entornos laborales seguros y saludables, me matriculé a estudiar una Máster en Prevención de Riesgos Laborales. A lo largo de mis experiencias laborales por más de 20 años, he tenido la oportunidad de trabajar en empresas públicas y privadas, siempre con el objetivo de promover prácticas sostenibles y proteger a los trabajadores.
Soy madre de dos adolescentes maravillosos, quienes, junto a mi madre, son mi mayor fuente de inspiración y coraje. Mi hija primogénita es dulce y tiene una sonrisa preciosa que ilumina todo; es mi viva imagen. Mi segundo hijo es un joven cariñoso, sorprendentemente alto para su edad (a menudo lo confunden con un adulto), y de una gran inteligencia y caballerosidad. Mi madre es una roca firme, bondadosa, mi tesoro, y espero que Dios me permita disfrutar de su compañía por muchos años. Ellos son la razón por la que lucho cada día para construir un futuro mejor.
Mis valores son la familia, el trabajo duro, la perseverancia y el compromiso con la sociedad. Creo firmemente en la importancia de dejar un mundo mejor para las futuras generaciones. Y aunque mi camino ha sido largo, duro y lleno de desafíos, estoy agradecida con Dios por las fuerzas que derramó en mi, para sobrepasar toda esta experiencia que me ha llevado hasta aquí, sacando lo mejor de mi a pesar de las adversidades.